LOS
TLC NO SON LA PANACEA
El ex ministro de Hacienda y ex candidato al Banco
Mundial, Jose Antonio Ocampo, reveló que los Tratados de Libre Comercio pueden
ser más perjudiciales que beneficiosos.
El ex candidato a la presidencia del Banco Mundial, José
Antonio Ocampo, reveló en entrevista con Dinero.com que los Tratados de Libre
Comercio que se han firmado pueden ser más perjudiciales que beneficiosos y no
son la solución para el crecimiento económico.
Como
ex candidato a la presidencia del Banco Mundial, ¿cuál debería ser el enfoque
de la entidad internacional en la actualidad?
En principio mantener el regreso del Banco al tema de la
infraestructura, hacer un señalamiento de que el crecimiento económico de los
países en desarrollo es ante todo un proceso de cambio estructural, es decir la
diversificación productiva y la fortaleza de sus industrias. Al tiempo que debe
combatir la desigualdad y la falta de desarrollo humano, pues son una gran
falencia en términos económicos y sociales y por último incorporar las
políticas de sostenibilidad ambiental para consolidar el concepto de economía
verde.
Usted
asegura que el ‘boom’ latinoamericano ya terminó. ¿Qué repercusiones tiene esta
teoría en la economía colombiana?
El ‘boom’ latinoamericano no se terminó este año, se
terminó desde el 2008. Lo que pasa es que se generó un segundo aire, si se
quiere pensar de esta forma, que se dio en los últimos dos años. Sin embargo,
lo importante es que Suramérica ha dependido para este auge, de cierto nivel de
precios de productos básicos y sobre todo de productos minero energéticos, que
a mi juicio es un fenómeno que ya se agotó. Y que quizás se recrudecerá más si
la economía China experimenta una desaceleración más fuerte.
Es así como Colombia
que es uno de los casos más claros entre los países que se montaron en un boom
minero energético, está siendo afectada ya por el decrecimiento, y las primeras
secuelas de esto son los datos que se presentaron recientemente de algunos
fundamentales en donde se ve el claro rezago de la agricultura, la construcción
y la manufactura. Por lo que toca repensar en la dirección en la que se
está desarrollando nuestra economía.
¿Por
qué el país debe dejar de apostarle al sector minero energético?
Nadie dice que no explotemos nuestras ventajas
competitivas, pero no podemos hacer
que la apuesta minero energética termine sacrificando el desarrollo de nuestra
economía. Yo creo que estamos ya inmersos en una enfermedad holandesa, y el
problema es que estamos perdiendo a largo plazo una economía mucho más valiosa
que la que ofrecen los activos mineros actuales. Ciertamente, no creo
que el boom minero energético sea un sustituto a la economía diversificada que
teníamos. No se puede olvidar que las ventajas comparativas de este rincón de
Suramérica es que teníamos una economía diversificada y la estamos perdiendo,
estamos perdiendo la fuente de nuestra fortaleza.
Estamos
firmando muchos Tratados de Libre Comercio, ¿qué repercusiones puede tener esto
en medio de la crisis internacional?
Nadie niega que los tratados son una oportunidad, pero
tampoco son una garantía de éxito. Y la demostración más clara de esto en
América Latina se refleja en México, que es un país que con la mayor cantidad
de Tratados de Libre Comercio ha crecido al 2,6% por año, mucho menos que
Colombia sin tener tantos tratados y menos que lo que crecían ellos mismos
antes de tener todos las alianzas comerciales que tienen en la actualidad.
El cuento de que los Tratados por sí, traen desarrollo es toda una ficción, no
son la ‘panacea’. Para aprovechar la oportunidad de la que hablo se debe tener una política de desarrollo
productivo y una tasa de cambio competitiva, cosa que no posee nuestro
país, pues somos los campeones de la reevaluación en América Latina.
¿Cuál
sería la política cambiaria que garantice la competitividad de la producción?
Siempre he promulgado que se debe estar dispuestos a
controlar capitales, a cambiar totalmente la estrategia de endeudamiento
público, incluida las empresas que controla el gobierno para apoyar una tasa de
cambio a ser más competitiva, y siendo más herético incluso pensaría en la
implementación de un impuesto a las exportaciones de productos minero
energéticos.
¿Qué
opina de los movimientos recientes de la banca nacional?
Algunas de estas reestructuraciones que ha tenido la
banca colombiana han sido muy positivas, más aún porque éstas hacen parte de un
proceso en el que las empresas colombianas se volvieron translatinas, y eso es
positivo, porque en el mundo contemporáneo nuestro sistema bancario se está
convirtiendo en un agente financiero latinoamericano de gran importancia en la
región.