Honduras es el líder mundial en orgánicos, gracias a un
programa estructurado en Colombia.
Un total de 129.000 cafeteros del país, el 22 por ciento
de los productores, está sembrando cafés especiales o con valor agregado, y no
dependen del precio que se fije en la bolsa de Nueva York o Londres, que, de la
mano del dólar, hoy tiene sufriendo a la mayoría del sector en una larga crisis
de cuatro años.
Uno de ellos, Etelvina Díaz de López, ganadora de la
competencia Taza de la Excelencia, vendió cada libra de café que saca de su
finca a 22,10 dólares, 14 veces más que el precio internacional reportado por
la Organización Internacional del Café (OIC) para el café ‘estándar’
colombiano, que cerró el pasado viernes a 1,72 dólares por libra.
Ahora, la participación de los cafés especiales en el
total de las exportaciones totales de café del país se multiplicó por dos entre
2007 y 2011, al pasar de 6,8 a 12,7 por ciento.
La misma tendencia la tienen los cafés orgánicos, pues crecieron
de 0,5 a 1 por ciento.
Sin embargo, la carrera por conquistar los mercados es
dura y vale la pena resaltar los saltos de Honduras, del 542 por ciento, en sus
exportaciones de orgánicos en el mismo período anotado, mientras que el de
México fue de 75 por ciento y el de Nicaragua, del 27 por ciento.
Colombia ha logrado aumentar sus exportaciones de cafés
orgánicos de 53.938 sacos de 60 kilos, en el 2005, a 78.723 sacos en el 2011,
un 46 por ciento de incremento, de acuerdo con los reportes de la Organización
Internacional del Café (OIC).
El tema fue tratado hace pocos días en la cuarta reunión
del Comité de Estadística del gremio cafetero mundial, tras una recomendación
del director de la OIC, Robério Oliveira Silva.
Los resultados de las discusiones aún no se han dado a
conocer; sin embargo, al tema, el gremio le hace seguimiento a través de los
certificados de origen, tras un reglamento que sobre el asunto se decidió hace
ya cinco años.
Este busca que se recopilen datos más confiables sobre
las exportaciones de cafés orgánicos y diferenciados, basándose en los
certificados anotados.
Para el caso de Honduras, el cultivo de los cafés
orgánicos cobró fuerza en 1998, con la puesta en marcha del Proyecto
Agroempresarial Rural, apoyado de forma técnica y financiera por el Centro
Internacional de Agricultura Tropical (Ciat), con sede en Palmira (Colombia).
Así, el centro de investigación creó una cadena de
producción y comercio, en busca de mejores precios en el mercado mundial, como
estrategia frente a la caída de los precios locales y mundiales del grano.
Para el 2003 se recibieron las primeras certificaciones
para los cafés orgánicos cosechados en ese país centroamericano.
Hoy, en Honduras, 100.000 familias se dedican a cultivar
el grano en un área de 266.000 hectáreas, reportó el Instituto Hondureño del
Café (Ihcafe).
Para el caso de Colombia, pese a ocupar el quinto puesto
en orgánicos, se producen cafés bajo los estándares internacionales de
sostenibilidad, certificados por organizaciones como Rainforest Alliance, Utz
Certified, Fair Trade, Familias Guardabosques, 4C y Relationship Coffees.
CLASES DE ‘ESPECIALES’ DE ORIGEN
Provienen de una región o finca y, por esto, tienen
cualidades únicas. Los clientes los prefieren por sus especiales atributos en
sabor y aroma. Hay tipos exóticos, regionales y ‘de finca’ (o estate coffee).
SOSTENIBLES
Cultivados por quienes tienen compromisos con el medio
ambiente y la biodiversidad. Muchos están certificados o verificados. Hay tipos
amigables con el medio ambiente, contenido social, orgánicos y ‘bueno por
dentro’.
DE PREPARACIÓN
Tienen una apariencia especial por su tamaño y forma, lo
que los hace apetecidos. También pertenecen a esta categoría los cafés que
satisfacen a un cliente en particular. Hay tipos caracol, supremo y premium.
Juan Carlos Domínguez
Redacción de Economía y Negocios
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