Colombia, la tercera de la región
Por: Alejandra Vanegas Cabrera / Buenos Aires, Argentina /
Una economía abierta y sana, además de los tratados internacionales, fueron los factores determinantes para ubicarla en este lugar. ¿Cómo ve Argentina su desbanque?
Desde hace unos cuantos meses se venía hablando de un
cambio en el mapa económico de la región. Y eso que era una simple suposición,
ahora ya es confirmado. Colombia es una de las economías más fuertes del
continente. Incluso, hace pocos días, El Cronista, uno de los diarios más
importantes de Argentina, hizo un reconocimiento de la situación en un artículo
que tituló: ‘Colombia es la nueva Argentina’, y allí, en un relato paso a paso
y comparativo, se indicaban las razones que propiciaron esa transición, ese
cambio.
Los gobiernos actuales plantearon reformas en los modelos
mercantiles para lograr una apertura de mercados y atraer mayor inversión
extranjera, como es el caso de Colombia o, por el contrario, se inició un
proceso para procurar el sostenimiento del desarrollo industrial con el fin de
proteger la producción nacional, como lo ha hecho Argentina.
En realidad nunca hubo competencia. De hecho, ninguna de
las dos naciones emitió un solo juicio y, casi sin pensarlo, se disputaron
silenciosamente el tercer lugar de la región, aquel al que los inversionistas
prefieren para hacer negocios y donde las grandes multinacionales suelen ubicar
sus empresas por considerarlas puertos seguros, con ubicaciones estratégicas y
amplios beneficios tributarios, que es el argumento de Colombia en su travesía
por el mundo y sus alianzas de tratados comerciales.
En Colombia, de manera sutil, pero sin detenerse, se
implementaron cambios domésticos que marchaban de forma paralela con una fuerte
campaña de posicionamiento turístico y económico desarrollada por Proexport,
así como por las giras mundiales del presidente Santos para firmar, en varios
de sus últimos viajes, tratados con Turquía, Unión Europa, Corea, Japón y,
recientemente, con el gigante de los gigantes: China.
Así lo cuenta Jorge Castro, analista político y director
del Instituto de Planeamiento Estratégico de Argentina, para quien la fórmula
empleada por Colombia es un éxito. “Desarrollo acelerado, política económica
cuyo punto de partida son los logros en los que a seguridad respecta, el
estratégico convenio con Estados Unidos y las negociaciones del presidente
Santos con China, dieron un giro a toda la situación del país, que durante años
estuvo sumido en la violencia”.
Para Castro este es un caso digno de reconocer. Además
afirma que este es sólo el comienzo de lo que puede llegar a ser un mercado
próspero que se fortalecería en los próximos 10 años al igual que el de Chile y
Perú. “Si se logra concretar el acuerdo con China, Colombia ya tendría tratados
con las dos potencias más grandes del mundo, lo que le aseguraría un porcentaje
de inversión directa extraordinario. Del mismo modo, cabe destacar que el
proyecto de construcción y desarrollo de infraestructura, que logra integración
de todas las regiones del país, es también un acierto clave del presidente
Santos”.
Pero, ¿quién oficialmente desde Colombia puede confirmar
que este país es la tercera economía de la región? Mauricio Cárdenas, ministro
de Hacienda, explica que “Colombia es una economía que está en ascenso, que
cada día es mejor percibida, que ha recibido una excelente calificación.
Nuestro siguiente paso es el ingreso a la OECD (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico)”.
Precisamente el funcionario, quien lleva los hilos de la
economía nacional, revela que “el 3 de diciembre estaremos haciendo una
presentación en París, Francia, en la OECD, y será ante todos los miembros de
este distinguido club de países desarrollados, del caso económico colombiano.
De cómo está el país hoy en día. Nuestro objetivo, en materia de política
económica internacional en el inmediato futuro, es lograr ese ingreso a la
OECD. Por eso seguimos consolidando esa visión de Colombia como la tercera
economía líder en América Latina. Continuamos en una tendencia muy positiva y
los analistas e inversionistas han tomado nota de ello”.
El gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, por su
parte, fomentó una disminución de ingresos de capitales debido a la imposición
de restricciones a las importaciones y a la creación de un corral de divisas
extranjeras, especialmente de dólares, desatando un alto nivel de inflación.
Sin embargo, Castro asegura que los inconvenientes por
los que atraviesa el país austral son de carácter netamente político, ya que
existe un conflicto en el sistema de poder. Sin embargo, su economía todavía
posee una extrema solidez. “Al ser esta una de las tres productoras de
alimentos más importantes del mundo, junto con Brasil y Estados Unidos, además
de contar con menos población que las otras dos, pone a Argentina en una
posición privilegiada, pues puede exportar una mayor masa de producción
agrícola, justo cuando la demanda de alimentos se duplica según la Organización
de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO)”. A esto hay que sumarle el
descubrimiento de yacimientos de gas hecho por Shell, que según Castro están
calificados como los segundos más grandes del mundo.
La agricultura y los recursos mineros le permitirían
entonces a Argentina mantener buenas perspectivas de su mercado interno. No
obstante, no está de más que los problemas políticos, radicados en un
aislamiento presidencial de la sociedad civil, sean superados para que economía
y política vayan de la mano y procuren un desarrollo sostenido.
Será esta semana, ante el seno de los poderosos miembros
de la OECD, cuando las cifras de crecimiento, de producción interna, de empleo
y ocupación, de inflación y, por supuesto, de ingreso per cápita, calidad de
vida y desigualdad teniendo en cuenta el tamaño de la población, que desde el
centro de Europa se dicte, oficialmente en ese club de países ricos, que
Colombia se sentó en el tercer lugar de la región, tan sólo detrás de Brasil y
México.
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