Devaluación
en Venezuela
Conozcamos cuales son las repercusiones de un fenómeno que ha azotado las fronteras Colombo - Venezolanas durante los útimos 20 años en la economía nacional, el Devaluó del peso Venezolano. Este tiene un efecto inmediato: encarecimiento en el
vecino país de las importaciones. Se hacen menos eficientes las exportaciones
de nuestro país a la hermana república.
Devaluó Venezuela. Efecto inmediato: encarecimiento en el
vecino país de las importaciones. Se hacen menos eficientes las exportaciones
de nuestro país a la hermana república. ¿Cuánto dura ese fenómeno? Un tiempo
incierto que depende esencialmente de los inventarios y las reservas de bienes
que tenga la hermana república.
Lo que ocurre en el hermano país ha sido reiterativo, no
es una medida sorpresiva. Lo han hecho en muchas administraciones ante graves
dificultades en el orden fiscal. ¿Son devaluaciones competitivas como las que
han llevado a cabo ante crisis sorpresivas Argentina y México? No, las
autoridades económicas venezolanas son predecibles.
En general, cuando los productores agoten los inventarios
y deban reponer sus materias primas e insumos se encontrarán con una inflación
de costos que deberán trasladar al consumidor. Resultado: nuevas alzas de
precios en Venezuela.
En el corto plazo: problemas para la agricultura y los
productos industriales en frontera por importaciones legales a Colombia y
desplazamiento de las compras en las zonas limítrofes. Por supuesto, esto
generará algunas tensiones. Sin embargo, para los ciudadanos, muchos de ellos
con doble nacionalidad, este fenómeno es bien conocido y han aprendido a
manejarlo.
El problema mayor está en el contrabando y el lavado de
activos. Hacia Colombia se incentivará la utilización de esos mecanismos, no
solamente por exportaciones de productos venezolanos, sino por la triangulación
de bienes agropecuarios que se importan con subsidios a dicho país,
especialmente aquellos que provienen del Mercosur.
Pero, infortunadamente, también sucede lo mismo con
productos provenientes (legales o no) de Ecuador (dolarizado) y Perú, que
mantiene una tasa de cambio bilateral favorable con respecto a Colombia.
Lo que sienten los mercados, especialmente de productos
agrícolas, es la llegada indiscriminada de productos básicamente sin precio.
Eso no puede ser sino contrabando o lavado de dineros y en plazas locales o,
incluso, en grandes centros de acopio como Corabastos, comerciantes mayoristas
inescrupulosos inundan las plazas y bajan artificialmente los precios.
Tomar medidas en contra de la competencia desleal no
tiene nada que ver con el proteccionismo, es simplemente lógica de
supervivencia para los sectores productivos nacionales. Si ello no ocurre, muy
seguramente veremos paros y manifestaciones de los agricultores en las
carreteras, impidiendo el ingreso de bienes agrícolas provenientes de los
países vecinos, y pagarán justos por pecadores.
Se colocarán importaciones legales y aquellas efectuadas
con mecanismos de competencia desleal o abiertamente delincuenciales en la
misma canasta, lo que no parecería lógico. Por ello, tiene razón en su
caracterización de las posibles dificultades el Ministro de agricultura.
El problema no son las importaciones, la calentura no se
encuentra en las sabanas, sino en la competencia desleal. La acción de las
autoridades colombianas en esta materia es pobre y muchas veces infiltrada por
la corrupción. Bastaría con que el sistema de control en las fronteras y en las
carreteras funcionara. Pero, no funciona.
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